Rural y femenino

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Cada vez más mujeres profesionales, con vinculación o vida en la ciudad pero con raíces de pueblo, se plantean un cambio y se lanzan hacía una vida menos acelerada, más conectada con la naturaleza y con las cosas que les hacen felices, y están migrando de las urbes al medio rural para desarrollar proyectos emprendedores que son también proyectos de vida, que funcionan con éxito en todo tipo de sectores y que están contribuyendo a dar vida, a dinamizar sus municipios. “Yo soy de pueblo. Siempre quise vivir en una casa y estar rodeada de animales y de naturaleza”, comienza Sara Rodríguez Álvarez, natural de Los Cabos, concejo de Pravia, “Sara la Ruka o la nieta de Alcibiales”, quien hace casi ocho años decidió dejar su vida en la capital asturiana y volver al pueblo e instaurar en la villa praviana una peluquería canina, Guaupetón.

Se licenció en Comunicación Audiovisual por la Pontificia de Salamanca, y tras hacer prácticas “vi que no era lo mio”. Fue cuando, compatibilizándolo con ocupación en hostelería por aquel entonces en Oviedo, comenzó a formarse en el ámbito de la peluquería canina. “En mis días libres, me iba para Los Cabos, cortaba y peinaba el pelo a los perros de los vecinos y amigos en el garaje de mi madre para practicar”. De ahí, a través del boca a boca, Sara fue ganando clientes y “vi que no descansaba”. Entonces, “lo dejé todo y decidí ponerme por mi cuenta”. Así, “cuando abrí mi peluquería ya tenía clientes en el concejo. Siempre tuve la suerte de tener mucho trabajo”. Por una serie de circunstancias hace dos meses trasladó la peluquería al enclave de Santianes: “vivir y trabajar en el medio rural te da tranquilidad y el poder disfrutar de mi profesión. Aquí lo que tengo es calidad de vida. Me gusta el pueblo y su gente”

La peluquería animal es una profesión en expansión cada vez más demandada pero para ejercerla son necesarias algunas capacidades y habilidades más allá del gusto por trabajar con animales. “Cada vez hay más perros, y más perros de raza en los pueblos que requieren otros mantenimientos que no son los de antes. Nosotras vemos lo que los propietarios no veis. El perro es otro miembro más de la familia”. Es decir, como parte de su labor, Sara debe saber detectar signos de problemas de salud, como parásitos, irritaciones en la piel, infección o heridas, además de orientar al dueño de las consecuencias que un determinado corte de pelo le puede ocasionar a la raza de su mascota. “Antes en los pueblos predominaban los perros pastores y de trabajo que vivían al aire libre, y aunque siguen estando presentes y requieren cuidados estéticos específicos, cada vez en los pueblos encontramos más perros que viven y duermen dentro de casa con sus dueños, para los que una correcta higiene es esencial para su salud, y para sus propietarios, que cada vez son más exigentes y demandan un servicio más específico”, comenta.

Formación continua

Es por ello, que la peluquera está en continua formación. Una formación que siempre hay que pagar porque “hoy en día en España no está homologado. Es como que no existimos. Te vas labrando a base de experiencia, practicando con otros compañeros de profesión que, en muchos casos, son quienes imparten los cursos”. Puede presumir de haber acicalado a más de un millar de canes y haberse formado con muchos de los mejores profesionales de este país, no solo del municipio sino también de Cudillero, Belmonte de Miranda, Tineo, Salas o Grado, y cuenta con una cartera de clientes que alcanza los 100 y sumando, porque “tengo una lista de espera de tres semanas, trabajo siempre con cita previa” porque tiene parte de su agenda cerrada para clientes de mantenimiento a los que da prioridad, “los que me dan de comer desde hace casi ocho años. Tengo la suerte y el orgullo de poder decir que mis clientes ya son mis amigos. Valoro mucho que queden contentos con mi trabajo”.

Así, y por su política de cuidar al mimo a los canes no solo en la cosmética natural que aplica, a finales de mayo dotará a su equipamiento de una cabina de secado que encargó a Suecia, lo que le permitirá atender a más de un perro a la vez. “Mientras que baño un perro voy a poder tener a otro secando, como si estuvieran en una cama metidos, sin ruido, y siempre bajo mi supervisión  mientras va secando”. De este modo, “la gente no tiene que esperar tanto porque entiendo que tres semanas de lista espera es mucho para nuevos clientes”. El servicio más demandado es el corte, pero lleva otras labores como el lavado del pelaje o la limpieza de oídos incluidos. Además, del corte de uñas.

La puedes encontrar en redes sociales como guaupeton_peluqueriacanina. Sara Rodríguez Álvarez invita a personas de cualquier edad que quieran emprender en su pueblo “que no dejen de intentarlo porque se puede conseguir”.