En su 32 edición BioCultura Madrid contó con la participación de más de 700 expositores llegados de toda España y del extranjero. Es la feria ecológica española de referencia y por ese motivo son cada vez más las empresas llegadas de todos los puntos que se interesan en participar. BioCultura es una oportunidad única para establecer contactos y dar a conocer sus productos. El Campo de Asturias acudió a la feria para analizar por qué líneas avanza el sector ecológico. Nuestra región contó con la participación del COPAE y de siete empresas de producción ecológica que representaron a Asturias en la cita ecológica nacional.

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Los comités certificadores regionales tienen una doble función, por una parte se encargan de asegurar que las empresas cumplen la normativa europea para poder certificarse como ecológicas y por otra, fomentan la producción y el consumo de productos ecológicos en la región en la que operan. La participación en ferias es una de las herramientas de promoción empleadas por los comités. A través de ellos, pequeños productores tienen la oportunidad de darse a conocer en ferias como BioCultura. Las certificadoras de ocho comunidades participaron en esta edición de BioCultura. Lo hicieron aglutinando en un mismo espacio a pequeños productores de su comunidad que de otra manera encontrarían muchas más dificultades en poder participar en un evento de este tipo. Junto al CAEM de Madrid acudieron 27 empresas, COPAE de Asturias con 7, CAERM de Murcia con 11, CAECV de Valencia con 5, CRAEGA de Galicia con 24, ENEEK de Euskadi con 8, CPAER de la Rioja con 6 y CPAEN de Navarra con 12. En el caso extremeño y andaluz la certificación corre a cargo de empresas privadas que también estuvieron presentes en BioCultura Madrid. Bajo el paraguas de Extremadura Avante participaron 8 productores extremeños. Los andaluces acudieron representados por Ecovalia y Fundación Agroecosistema con 39 empresas diferentes en su conjunto.

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Repunte del negocio ecológico

El volumen de negocio de las empresas ecológicas dibuja una línea ascendente pero desde los comités coinciden en que en el último par de años el incremento ha sido más acentuado. “La oferta crece de manera sostenible desde hace 20 años, sin embargo se aprecia una aceleración muy significativa de este incremento desde hace un par de años, lo que se traduce en la apertura de numerosas tiendas especializadas y una presencia de alimentos ecológicos cada vez más importante en los lineales de las medianas y grandes superficies”, asegura Luis Bayón, director técnico del CAEAM. En Asturias el volumen de facturación de las empresas adjuntas al COPAE fue un 7% mayor en 2015 con respecto al año anterior.

Los productos tradicionales de cada región son un denominador común. Uno de los pilares por los que apuesta BioCultura es el fomento del consumo de los productos locales. “El km 0 es un valor añadido de los productos ecológicos. Sin son locales son medioambientalmente más sostenibles”, explica Ángeles Parra, directora de BioCultura. Los visitantes de BioCultura pudieron comprar y degustar el taxcolí y las conservas vascas, las hortalizas valencianas, productos elaborados con algas que llegan desde la costa gallega, el aceite de oliva andaluz…
También hubo cabida para otros productos más novedosos, como bombones o mieles elaborados con ajo negro de las Pedroñeras, conocido por sus múltiples propiedades. Aumentó también la oferta de productos elaborados con castaña, entre los que destacó la harina de castaña, una alternativa para sustituir los alimentos con gluten de nuestra dieta. Los helados y sorbetes ecológicos hicieron las delicias de los más golosos y aumentó también la oferta de bebidas: la cerveza artesana y ecológica fue una de las grandes protagonistas de esta edición, pero se pudo testar también la sangría y el vermut 100% eco.

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Participación por comunidades

Aunque el 25% de las empresas participantes en la feria eran de la comunidad madrileña, BioCultura Madrid contó con representantes llegados de todas las comunidades autónomas. Paradójicamente, la participación fue más alta por parte de aquellas comunidades donde ya se celebra una feria BioCultura: las empresas catalanas ocuparon el 18% del espacio expositivo, 12% para las andaluzas y 7,5% para las valencianas. A las vascas (3,5%) habría que sumarles las navarras (4%) para que alcanzasen la quinta posición que ha sido ocupada por Galicia con un 6%. Sin duda, la representación gallega es la que más está creciendo en los últimos años. Si en la pasada edición llegaban con fuerza al participar una veintena de empresas, este año han dado la campanada con 38 representantes gallegos.

BioCultura es la feria de productos ecológicos más potente del país y es por ello que empresas de otros países también quisieron estar presentes buscando la oportunidad de abrir un nuevo mercado. Llegaron principalmente de Europa aunque también participó una empresa estadounidense. Como viene siendo habitual la participación más numerosa fue la alemana, país que lidera el consumo de productos ecológicos en Europa.

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El sector ‘Bio’ es imparable

La 32ª edición de BioCultura ha venido a demostrar, una vez más, que el sector “bio” es imparable. Al cierre de las puertas después de cuatro días de intensa actividad, más de 70.000 visitantes han pasado por el pabellón número 9 de Ifema. Ángeles Parra, directora de BioCultura, comentaba con las cifras de visitantes y participación de expositores en la mano que al sector ecológico ya no hay quien lo pare. Aunque la alimentación ecológica es el buque insignia de BioCultura, dentro de la feria toman cada vez más fuerza otros subsectores afines: la cosmética ecológica certificada, la moda orgánica y sostenible, la bioconstrucción… En este aspecto, Parra confiesa que “cada vez hay más ciudadanos cuya consciencia se está despertando”.
BioCultura, como dice Parra, “es el reflejo del sector ecológico, un sector en el que cada vez toman más fuerza el veganismo, los superalimentos, las leches vegetales… El sector agroalimentario convencional toma muchas influencias del sector ecológico. Productos como las algas, la quinoa, la stevia… nacieron en el sector ‘bio’ en el mercado español. El mundo convencional ‘importa’ estos alimentos a su idiosincrasia, pero no en ecológico. Para cerrar, Ángeles Parra advirtió que “el sector ecológico va a seguir creciendo”.