Las mujeres están cobrando cada vez más protagonismo en el relevo generacional  del tejido económico del municipio de Colunga. La concejala  de Cultura, Deporte, Igualdad, Participación Ciudadana y Turismo del Ayuntamiento de Colunga, Sandra Cuesta Fanjul, tiene claro que esto es “muy positivo” para fijar población y que el futuro del medio rural asturiano “pasa por facilitarles a las mujeres la conciliación y el acceso de infraestructuras tan necesarias como las telecomunicaciones”.

La economía de este concejo de la comarca de la Sidra se  basa principalmente en el sector primario- agricultura, ganadería y pesca- y en los últimos años ha experimentado también un importante avance el turismo al incrementarse la oferta de alojamientos en la zona. “Las mujeres casi siempre fueron las que gestionaban y trabajaban, pero los titulares de las explotaciones agrícolas  y ganaderas seguían siendo los hombres. Ahora esa realidad se está revirtiendo y una de las labores que tenemos que hacer es visualizarlo. Por expresarlo de alguna manera más plástica, el trabajo que han estado haciendo muchos años, ahora ya tiene título”, comenta Sandra Cuesta Fanjul.

Las mujeres no solo están incorporándose,  haciéndose visibles, sino que además, explica la concejala de Igualdad, “llegan con ideas innovadoras, más allá de las formas tradicionales tanto en el sector ganadero como en el de agroalimentación donde  han empezado a funcionar unas cuantas pequeñas empresas, creadas y gestionadas por mujeres, que están explorando otra forma de hacer comercio con los productos de la mar y la tierra al incorporar valores añadidos como pueden ser el ecologismo y la sostenibilidad”.

La permanencia de la mujer resulta imprescindible para fijar población y Sandra Cuesta tiene claro que para lograrlo “tenemos que facilitarles a las mujeres su vida, el desarrollo de su actividad, la conciliación y las infraestructuras,  porque hay muchas actividades que se podrían desarrollar desde la zona rural si tuviéramos resuelto en todo el territorio  infraestructuras tan necesarias como, por ejemplo, las telecomunicaciones”.

La concejala habla con conocimiento de causa porque, antes que representante municipal fue emprendedora en el medio rural, abriendo un establecimiento turístico en la parroquia de Libardón que compagina con su labor como concejala. Allí han resuelto el problema de acceso a internet a través de Wifi.net, una iniciativa innovadora bajo la figura de cooperativa de usuarios sin ánimo de lucro, que se encarga de instalar red de telecomunicaciones común y del mantenimiento posterior de la infraestructura aunque el número de vecinos del pueblo sea muy reducido.

“Hasta que pusimos en marcha este proyecto tenía que bajar a Colunga para enviar un simple correo.  A mí no me sube ningún proveedor, salvo los biológicos y las compras por internet eran ciencia ficción. Ahora tengo cuatro centrales de reserva on line”, recuerda.